martes, 6 de septiembre de 2011

Ayer y hoy (12)


12

¿Qué harías tú, si al despertar de un largo sueño-pesadilla, la cara que te mira desde el espejo del cuarto de baño no es la tuya, sino la de tu mejor amiga? Eso mismo es lo que hice yo, gritar, gritar como una loca. Tal vez siga soñando, tal vez todo forme parte de la misma noche que no recuerdo, tal vez hoy siga siendo ayer y el mañana que vivo hoy sea sólo una entelequia.

(Tranquilízate Isabel, no ganas nada poniéndote histérica, gritando. Piensa, tienes que pensar, reflexionar de manera racional, tú no eres dada al esoterismo, magia negra, historia para no dormir y cuestiones por el estilo. Piensa, Isabel, piensa. Todo acaba teniendo una explicación racional, ya lo verás. La ficción es eso, ficción, de los sueños se acaba despertando y todo lo que te pasa se debe al veneno de una noche sin recuerdos. Seguro que aún sigues allí en esa noche, buscando lo que no encontrarás nunca, lo que no está en el lugar en el que te empeñas en seguir buscando).

Tengo que pensar como pienso en el trabajo, con la cabeza fría, la mente abierta a todas las posibilidades y el análisis concienzudo de hechos, datos, realidades tangibles. Ahora tengo que hacer lo mismo: analizar la realidad. Seguro que hay una explicación y tengo que encontrarla. Veamos:

· Los hechos: entro en el cuarto de baño de una habitación en la que no he estado nunca antes, me miro a lo que supongo que es un espejo y en lugar de ver mi cara lo que veo es la imagen de Clara, mi mejor amiga, la dueña de una pistola con la que ¡Estamos! me apuntó y, estuvo a punto de dispararme.
· Preguntas: ¿es mía la imagen de la persona que veo en el espejo?, ¿es realmente un espejo?, ¿por qué está la imagen de Clara y no la mía en ese supuesto espejo?
· Respuestas:
Analizaré todas las posibilidades de cada una de las preguntas.
Pregunta 1: ¿es mía la imagen de la persona que veo en el espejo? Para saber si la imagen que se refleja en el espejo es la mía o, al menos, actúa como yo, sólo tengo que moverme de manera poco lógica (eso es, Isabel, eso así, sácale la lengua a Clara, dile todo lo que no le has dicho nunca); si la imagen repite los mismo movimiento (ya ves, Isabel, que sí, la imagen repite tus movimientos), entonces, tendrías que concluir (con bastantes posibilidades de que sea una conclusión acertada) que la imagen del espejo responde adecuadamente a tus movimientos, pero nada más, nada más. La tecnología del siglo veintiuno tiene programas que pueden hacer cualquier cosa (muy bien, Isabel, estupendo), lo que me lleva a la siguiente pregunta.
Pregunta 2: ¿es realmente un espejo lo que aparentemente parece un espejo? Las apariencias engañan (se decía ayer y sigue siendo aplicable hoy) y lo que parece un espejo, puede ser una pantalla de plasma conectada a un ordenador (Isabel, Isabel, puede que no sea necesario un ordenador) o, claro, también puede ser un chip incorporado al supuesto espejo, que me haga creer que es real lo que no lo es.
Pregunta 3: ¿por qué está la imagen de Clara en un espejo, que podría no ser un espejo? Si es un espejo y al mirarme en él lo que veo es la imagen de Clara y no la mía, supondría que alguien me ha practicado una complicada cirugía estética. Pero no recuerdo nada. Si esta teoría es cierta, supone que llevo un montón de tiempo en este lugar, sedada; porque no se nota ni una cicatriz, ni nada. No puede ser, es demasiado surrealista. Si no es un espejo y es, simplemente, un programa de ordenar capaz de dotar a un imagen, la imagen de Clara, mis propios movimientos, la pregunta del millón sería ¿por qué alguien quiere que yo vea, al mirarme en un espejo que no es una espejo, la imagen de Clara en lugar de ver mi propia imagen?

No tiene sentido, nada tiene sentido (piensa, Isabel, piensa, sigue pensando, vas por buen camino). Tengo que hacerme más preguntas, buscar otras repuestas a las preguntas anteriores. (eso es Isabel, bien). Tengo que descartar que estoy soñando, tengo que descartar que estoy loca ¿o lo estoy?

Eso es, romperé el espejo y así tendré respuestas a casi todas las preguntas.

4 comentarios:

  1. Humm..., mal asunto eso de romper espejos. Da «mal fario».
    He comenzado a escribir un diario, antes de perder el juicio por completo. ¿Lo habré perdido ya?, ¿estaré soñando?, ¿seré el único despierto y los demás sueñan? o ¿Nieves nos quiere...?
    Por si acaso no romperé el PC, necesito saber «como narices» termina todo esto.
    Pero acabo de comprender, ¡es Nieves! Ella es la...
    Aaaaahhhhhh.

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  2. jajajajajajaj, ni flores, frío, frio, jajajajaja Lo que le sucede a Isabel es un paseo por el campo si lo comparo con mi expriencia vital, jajajajajaj. Gracias una vez más. Un abrazo fuerte

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  3. Nooooooooo. Me explico muy mal. Es tu imaginación la que me aterra. Jajajajaja.

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  4. jajajajaja, ella es como yo, jajajaja La imagina-acción, jajajaj

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