jueves, 20 de octubre de 2011
Ayer y hoy (49)
49
Quiero que se termine esta pesadilla, quiero volver atrás, regresar al instante anterior a ese momento terrible en el que decidí dejar a Juan. Fui una estúpida. Me prometo a mí misma que si salimos de esta todo será distinto.
- Abre, abre de una puta vez. Sé que estas ahí, no te ha dado tiempo de ir más lejos.
- ...
- Señor, no grite, está molestando a los otro huéspedes. Acompáñeme, por favor.
- Y tú quién eres? Déjame en paz y metete en tus asuntos.
- Estos son mis asuntos. Soy el gerente del hotel. Le ruego que me acompañe y deje de montar escándalos.
- Vete a la mierda. O mejor dicho, abre la puerta de esta habitación y déjame en paz.
- Lo siento señor, pero eso no puede ser, ésta no es su habitación. Dígame, ¿cuál es su habitación), ¡está registrado en el hotel?
- ¿Mi habitación? Toma, ésta es mi habitación y ésta y ésta. ¿Te parece suficiente o quieres más?
- ....
- ¿Pero qué haces? No pegues al gerente y muéstrame tu documentación.
- ¿Tú también? Acércate y verás si pego o no pego.
- ¡Documentación!, estás sordo o qué te pasa?
- ¿Documentación?, no me hagas reír. Abre esta jodida puerta de una vez o te doy leches hasta en el carnet de identidad.
- ¿Eres uno de esos gallitos eh? ¡Decumentación!, y no me calientes que recibirás de tu propia medicina.
- Que miedooo. Jajajaja. Enséñame la tuya, maricón.
- Se te va caer el pelo.
- ¿A mí? Jajaja. Mira como tiemblo.
- Pues vamos a verlo. ¿Qué te parece esto? Comisario Flores. Quedas detenido por escándalo público, agresiones y resistencia a la autoridad.
- No me jodas, sargento, ¿es que no tienes nada mejor que hacer que meterte en las discusiones de dos enamorados?
- No es eso lo que está pasando aquí. Y ahora dame la documentación.
- No puedo. Está en la otra habitación, en mi chaqueta.
- Ramírez, acompaña a este matón a la habitación a por su chaqueta, que nos vamos los tres a comisaría.
Ufff, por fin parece que se lo llevan, pero lo soltarán y volverá a buscarme. Es un sicópata. Estoy metida en un buen lío.
- Lo ves, Isabel, asunto arreglado.
- No, Juan, no es tan fácil. Cuando lo suelten volverá a buscarme. Tengo miedo. Tengo mucho miedo. Y además...
- No te preocupes Isabel, a Pedro... no le resultará tan fácil salir, ya lo verás, confía en mi. Y ahora...
- ...
- ¿Quieres que me vaya o que me quede?
- Yo... , tú estabas con alguien cuando llamé y no quier que...
- ¿Estás celosa?
- ¿Quíén yo?
- Sí tú. Pero..
- No tienes que decirme nada. Lo comprendo. Querrás irte con ella.
- Ella es sólo una amiga. Lo que quiero saber es lo que quieres tú.
- Quédate, Juan, tenemos que hablar.
- Habrá tiempo de hablar mañana, pasado mañana, otro día. No es eso lo que te he preguntado.
-...
- Tu silencio habla por ti. Me voy a casa. Mañana hablamos, si quieres.
- No te vayas Juan, quédate conmigo.
- ¿En tu habitación o en la mía?
- Donde tú quieras, pero no te vayas Juan, abrázame.
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¡Por fin! le ocurre algo bueno. Estos autores que maltratan..., ¡no sé, no sé...!
ResponderEliminarBesos y versos.
Gracias Luis, muchas gracias. Ya veremos, que la noche no ha hecho más que comenzar. jajajaja
ResponderEliminarVersos y besos