viernes, 7 de octubre de 2011
Ayer y hoy (38)
38
No sé lo que le puede pasar. Pero le pasa algo. Se ha quedado pensativa y no responde a lo que le pregunto. Esto es lo que me faltaba para completar un día largo, demasiado largo. Además, estoy hambrienta, rendida, asustada y tengo sueño.
- Adela, ¿qué le pasa?
- No es nada, señorita, es sólo que estaba preocupada y...
- ¿Por qué llora? Definitivamente le pasa algo y tiene que contármelo.
- No sé, si es que... ¡Dios mío!, no puedo, yo..
- Ahora mismo usted y yo vamos a cenar y hablaremos, tranquilamente de lo que le preocupa. Encontraremos una solución, seguro, todo tiene solución, menos la muerte.
- Cenar, no, yo no quiero que usted...Es que, lo que pasa es... seguro que son suposiciones mías. Porque... no, no puede ser. Lo siento, creo que es mejor que me marche a mi casa.
- Vale, no se preocupe, se marchará a su casa, pero un poco más tarde. ¿Ha cenado?
- Yo, no, no he cenado, pero...
- Nada de pero. Ahora mismo las dos vamos a cenar. El restaurante del hotel está abierto, cenaremos y hablaremos. Usted me cuenta lo que quiera contarme. No la voy a presionar, sólo quiero que se encuentre cómoda, sabiendo que nada de lo que me diga lo voy a utilizar en su contra, nunca. ¿entendido?
- De acuerdo.
- Vamos, Adela, no olvide el bolso. Ya verá como nos sentimos mucho mejor cuando comamos algo.
¿Qué puede ser lo que le preocupa tanto a Adela? (seguro que es algo del trabajo, el expediente Hurtado me huele mal) ¿el expediente Hurtado?, tengo que revisar ese expediente minuciosamente. Pero... ¿por qué un expediente habría de preocuparle tanto a mi secretaria?, no tiene ningún sentido. Sin embargo, nunca la había visto así. También pueden ser problemas personales, si mal no recuerdo se separó hace menos de un año. Tiene que trabajar y atender a los hijo ella sola. Algunas separaciones son muy problemáticas. ¡Mierda!, ¿será una mujer maltratada? (no, Isabel, no, sus preocupaciones tienen que ver con el trabajo, de lo contrario por qué vendría aquí, a hablar contigo), es cierto, seguro que es algo del trabajo, además, antes nos tratábamos de tú y ahora ha insistido en el tratamiento de usted. En fin, ya veremos qué me cuenta.
- ¿Nos sentamos aquí? Yo creo que aquí estaremos bien.
- Donde usted quiera estará bien. Además, yo no debería estar aquí porque...
- Usted está aquí y es mi invitada. Olvídese de tonterías ¿vale?
- Gracias, ¿puedo decirle algo?
- Por supuesto, puede decirem lo que quiera.
- Me alegra mucho que haya vuelto a ser la que era.
- ¿La que era? Explíquese. No sé lo que quiere decir pero hable con sinceridad.
- Me refiero a... no sé si debo.
- Diga lo que quiera decir. Cuando nos levantemos de esta mesa las dos nos olvidaremos de lo que hayamos hablado ¿de acuerdo?
- De acuerdo.
- Entonces hable sin miedo.
- Me refiero a que los dos últimos meses no ha sido la misma persona que era antes. Usted siempre era muy amable conmigo, pero durante todo este tiempo está-estaba siempre de mal humor. Me amenazó en varias ocasiones con despedirme si no le conseguía inmediatamente lo que me estaba pidiendo.
- ¿De verdad? Cuanto lo siento.
- ¿No se acuerda? Hoy es de nuevo la misma de antes. Pero... los últimos dos meses han sucedido cosas que... si no fuese porque no podía permitirme perder el trabajo, me habría despedido a mi misma.
- Lo siento, Adela, la pido disculpas, pero...
- ¿De verdad no se acuerda de nada? Ya le he dicho que debería consultar a un médico. No quiero alarmarla pero una hermana de mi marido le pasó una cosa parecida a lo que le está pasando a usted y tuvo que ir al siquiatra. Le dijeron que tenía una enfermedad mental. Disculpe, señorita, no es que piense que usted está loca es que...
- Jajajaja, no se preocupe, hable sin miedo, ¿qué enfermedad mental tenía su cuñada?
- Le dijeron que tenía un tac o tab, algo así, un trastorno afectivo. Fíjese a lo que se puede llegar con los problemas del corazón, ella se estaba separando y...
- Jajajajajajaja,
- ¿Por qué se ríe?, usted también ha tenido últimamente trastornos afectivos. Ya sabe a lo que me refiero, menudo lío, que si uno, que si el otro,...
- Me río porque me hacen gracia sus suposiciones. Imagino que lo que le diagnosticaron a su cuñada es un TAB, trastorno afectivo biplolar, lo que antes se llamaba psicosis maníaco-depresiva.
- Eso es, algo así. Y usted cómo lo sabe.
- No olvide que soy licenciada en Sicología LDboral, además de licenciada en derecho.
- Claro, es verdad. Entonces...
- Entonces no se preocupe, que no estoy loca. Jajajajajajaja Y ahora cuénteme lo que realmente le preocupa, lo que le ha traído aquí.
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