lunes, 10 de octubre de 2011

Ayer y hoy (41)


41

- Tranquila, Adela, tranquila, no se preocupe, necesita tranquilizarse y descansar ¿quiere quedarse esta noche en el hotel?
- No, señorita, no estaría bien.
- ¿Por qué no? Pedimos una habitación para usted y se queda aquí. Así no estará preocupada por el coche negro.
- ¿Usted cree?

Sería estupendo que Adela se quedase aquí, en el hotel. Podríamos seguir hablando y de esta forma me contaría más cosas (no la presiones, Isabel, si la presionas no te contará nada) tengo que intentar que se tranquilice, que no se preocupe y que confíe en mí.

- Por supuesto, Adela. Si se queda podemos hacernos mutua compañía. Además, podría contarme de que va el expediente Hurtado, eso me ayudaría mucho, ¿qué le parece?.
- ¿El expediente Hurtado?
- Sí, claro, así mañana el trabajo de revisión de documentos será más fácil para mí. Usted lo conoce, me puede poner en antecedentes ¿de qué trata?, ¿qué gestiones hemos realizado?, ya sabe lo habitual.
- Será mejor que le deje el informe que elaboré esta mañana y me marche.
- Pero ¿por que?, usted misma me dijo que sin sus hijos en casa, estaba a mi entera disposición.
- ....

No sé qué pensar ¿es posible que el marido haya contratado a un detective para seguir a Adela? De verdad encaja en esta historia esa posibilidad (yo creo que no, Adela, lo que pasa aquí es otra cosa que debes intentar adivinar), sí, es cierto, aquí pasa otra cosas, pero... ¿qué? (ella misma ha dicho que lo que le pasa está relacionado con el trabajo, investiga, puede ser importante); tal vez todo tenga que ver con el expediente Hurtado o con otros trabajos.

- Quédese, si no quiere hablar del expediente Hurtado, hablamos de otros expedientes que hayamos instruido en el despacho últimamente ¿de acuerdo?
- ...
- Y si no quiere hablar de trabajo podemos hablar de lo que usted quiera. Quédese, Adela, por favor. Estaré más tranquila sabiendo que usted está cerca de mí.
- ...
- Adela, está muy callada.
- Tengo que marcharme a casa. Lo siento señorita, pero tengo que marcharme a casa.
- Adela no se vaya. Pero si no hemos terminado de cenar ¿no quiere tomar un postre?
- ...
- Podemos tomar una infusión, si no quiere tomar postre. Es estupendo tomar una infusión antes de ir a dormir, conozco una que es muy relajante y ayuda a dormir ¿qué le parece?
- ....
- Adela, se está quedando pálida, ¿qué le pasa?
- ...
- ¿Qué está mirando?
- ¡Dios mío!, está ahí, está ahí.
- ¿Quién está ahí?, Adela.
- Que no me vea, por Dios, no quiero que me vea.
- Adela, conteste ¿quién no quiere que la vea?
- ...
- Espere Adela, ¡espere!, ¿a dónde va?

2 comentarios:

  1. Gracias Luis, por tu fidelidad lectora. Una joya, si señor, eso es lo que eres. Besosconversos

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