domingo, 28 de agosto de 2011

Ayer y hoy (3)


3

Esto no me esta pasando a mí. Seguro que por ahí, en algún lugar de la habitación, hay una cámara oculta, alguien que quiere gastarme una broma. Sí claro, eso debe ser, no puede ser otra cosa. Sin embargo, el tipo que me apunta con mi propia pistola no parece que esté bromeando.
- ¿Estas sorda o qué te pasa? Tienes cinco minutos para darme el maletín, ¿estamos?
- Pero... yo...
- Tú te callas, ¡puta!, ¡estamos! Cinco minutos, ni uno más. Si en cinco minutos no tengo el jodido maletín te mato, ¡estamos!
- Yo no....
- Shiiiiii, ¡silencio!, ¡estamooooosssss!
- ....
- Uno.
¡La pistola! Es cierto, la pistola que tiene en la mano es la mía. Bueno, en realidad, la pistola que tiene en la mano y con la que me está apuntando no es mía, es la que estaba en mi bolso pero no es mía, esa pistola es de Clara. Clara me dio esa pistola hace unos días (además, yo creo que tampoco es suya) y me dijo que era vital para ella que yo guardase la pistola sin pedir explicaciones. Clara es mi mejor amiga, mi única amiga de verdad. Nos conocemos desde la infancia, fuimos juntas al colegio. Es la típica amiga de libro. Por eso acepté.
- Dos.
Esto es una pesadilla. Ahora comprendo que no debí aceptar guardar la pistola, debí decirle a Clara que me contase de qué iba el rollo. Porque, vamos a ver, para qué necesita Clara una pistola y por qué me la dio a mi, de quíen es realmente la pistola, por qué me dijo que la llevase siempre en el bolso, por qué no podía esconder ella su propia pistola. No entiendo nada pero debo hacer algo. Veamos, ¿tengo yo algún maletín? No tengo un maletín, pero tengo una cartera. La cartera del trabajo. Sí, claro, además mi cartera parece un maletín. Voy a buscarla.
- Tres
¿Dónde he dejado la cartera? En el despacho, claro en el despacho, allí debe estar.
Juan tiene razón, soy estúpida, soy la persona más estúpida del mundo. Cómo he podido meterme en este lío. Además, dónde está Clara, desde que me dio la pistola no hay forma de contactar con ella, su teléfono está siempre desconectado o fuera de cobertura, ¿le habrá pasado algo?. No, en el despacho no está.
- Cuatro
¿Dónde demonios he metido la cartera? Ayer debió ser un día imposible de olvidar y yo lo he olvidado todo.
Sigue contando, ese matón sigue contando, debo seguir buscando mi cartera, tal vez cuando le de mi cartera y el abra mi cartera descubra que todo es un error.
Esto debe formar parte de un juego de esos en los que alguien quiere vivir una experiencia impresionante y contrata a una empresa. Seguro, algo así debe ser porque preguntar por una cartera es un recurso muy visto, pasado de moda.¿Qué se supone que hay en esa cartera, dinero, drogas, qué? No me lo creo, todo parece tan irreal... ¿Estaré soñando?; si eso es, estoy soñando. Porque, además, en mi cartera sólo hay libros y papeles. Pero el tipo se acerca y sigue apuntándome con la pistola de Clara.
Piensa, Isabel, piensa, dónde has metido tu propia cartera...
Ya lo tengo, sé dónde está: en la nevera.
- Y cinco.

5 comentarios:

  1. ...en la nevera.
    A pasar frío hasta la próxima entrega. "BRRRRRR".

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  2. jajajajajaja. en la nevera, jajajajaja. Ya verás, ya, esto se empieza a poner interesante. Gracias Luis. Un abrazo

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. ¿La vida es sueño?

    A veces, por la noche, mientras duermo,
    pienso que estoy despierta y que la vida
    que tengo alrededor es otra vida
    en la que me sumerjo mientras duermo.

    Pienso que lo que pasa mientras duermo
    me pasa de verdad y que mi vida
    la que vivo en vigilia es una vida
    que no tiene importancia. Mientras duermo

    soy atleta y pintora. Mientras duermo
    todo me sale bien y en esa vida
    nada tiene que ver con la otra vida.

    No quiero despertar pues mientras duermo
    el amor me sonríe. En mi otra vida,
    en la vida real, no tengo vida.

    ¿Será sueño la vida?
    La verdad, no me importa. Mientras duermo
    siento placer. Yo vivo, mientras duermo.

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