martes, 6 de diciembre de 2011
Ayer y hoy (58)
58
¿Cómo es posible que Pedro Villar del Álamo sea policía?, algo se me escapa. Ese tipo es un sinvergüenza, un maltratador, un asesino en potencia. Además, las fotos con mi amiga, el asunto conmigo que no recuerdo. No, no puede ser, algo no encaja en toda esta historia, no se puede tratar del mismo Pedro. Sin embargo, son iguales los dos apellidos... ¿Qué probabilidades hay de que haya dos personas con el mismo nombre y los mismos dos apellidos? Imposible, tiene que ser el mismo.
- De acuerdo, llame al señor Villar del Álamo, no me importa, pero dígale que quiero presentar una denuncia contra él por lo que pasó anoche. Un policía se lo llevó detenido y un amigo mío que lo vio todo habrá puesto la denuncia esta mañana.
- ¿Que un policía ha detenido a otro policía?, esta si que es bueno, debe estar loca. ¿Una denuncia?, jajajajajaj, no me haga reír, señorita.
- No comprendo qué es lo que le hace tanta gracia. Lo que le estoy diciendo es verdad.
- Espero un momento. Y no se mueva, no intente nada, ¿de acuerdo?
- Pero qué quiere que intente, si está usted delante de la puerta como un perro guardián.
- ¡Silencio!
Le llaman por teléfono, prestaré atención a la conversación.
- ....
- Sí, aquí está, ¿quiere hablar con ella?
- ...
- Si quiere bajamos ahora mismo, dice que tiene que cargar su móvil y hacer algunas llamadas.
- ...
- No, no señor, he seguido sus instrucciones al pie de la letra, no la he dejado sola ni un minuto, no hemos salido del despacho ni ella ni yo.
- ...
- Lo que usted diga, señor. A la orden, señor. Sí, señor.
Está claro que está hablado de mí, pero con quién. Tengo que enterarme (tal vez sea mejor que te hagas la tonta, Isabel, como si un hubieses escuchado nada). El teléfono ya está cargando, puedo llamar por teléfono y... pero antes tengo que saber quién le ha llamado y por qué esa persona, que es un superior, está hablando con este policía de mi.
- Dígame, ¿con quién estaba hablando?
- A usted no le importa una mierda con quién hable yo o deje de hablar. Usted a lo suyo, y deprisita, que tenemos que bajar ya ¿entendido?
- Sí, si que me importa, porque estaban hablando de mi.
- ¿De usted?, jajajajajajaja. Se cree importante, ¿es eso?, usted se cree muy importante, aquí, en su despacho, en la torre de cristal. Usted, como otros muchos ejecutivos de mierda, son unos miserables y..
- Oíga, no me insulte, usted no me conoce y...
- ¿Me va a denunciar también?, jajajaja, mire cómo tiemblo.
- Yo sólo quería saber con quién estaba hablando y por qué hablaban de mi.
- No tengo que darle a usted ninguna explicación. Haga las llamadas que tenga que hacer y puerta, si tarda mucho tendremos que marcharnos ¿comprendido?
- No tiene por qué tratarme así, yo no..
- Usted se calla y termina ya o tendremos que marcharnos sin que haya terminado de hacer lo que quiera que haya venido a hacer aquí. Aunque me temo que no le servirá de nada.
- Pero... ¿de qué habla? Dígame que es...
- ¡Silencio, coño!, ni una palabra más o salimos de aquí cagando leches.
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Bastante real, el policía ese. Al menos, hace muchísimos años eran así de atentos, correctos y educados.
ResponderEliminarAquí sigo, esperando ver como se resuelve todo esto, pese a sospechar que la cosa va para largo. ¿Será que me gusta? ¡Pues claro!
Besos en prosa.
Hola Luis, buenos días. Un placer saludarte. Hay de todo en todas partes, como diría mi abuela.
ResponderEliminarMe alegra que sigas, espero que esta historia no pueda conmigo, porque empieza a volar sola.
¿Besos en prosa?, esos besos deben ser peligrosos, jajajajaja
¿Peligrosos? ¡Glup...! Jajajaja.
ResponderEliminarEn ese caso...
Besos narrados. ☺
jajajajaj, me gustan los besos peligrosos, no te preocupes, jajajaja y los besos en prosa o en verso. Todos los besos son estupendos, menos los de Judas, jajajaja. Besos, así, a secas. jajajja
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